Inspirado en la doctrina estadounidense reseñada y en el pensamiento de Alfred Rosemberg, principal referente del mito racial sostenido por el nacional-socialismo y Ministro para los Territorios Ocupados del Este, el Dr. Wetzel desarrolló recomendaciones para aplicar en los territorios conquistados a la U.R.S.S. a partir de 1941. “Se debe inculcar en la población rusa por todos los medios de la propaganda, en particular la prensa, la radio, el cine, los volantes, folletos y conferencias, que un gran número de hijos no representa sino una carga pesada. Hay que insistir en los gastos que ocasionan los hijos, en las buenas cosas que podrían tenerse con el dinero que se gasta en ellos. Se podría asimismo aludir a los peligros que para la salud de la mujer representan los partos(...)Al mismo tiempo, se debe establecer una propaganda amplia y poderosa a favor de los productos anticonceptivos. Se debe crear una industria apropiada con este objeto. La ley no castigará ni la difusión, ni la venta de los productos anticonceptivos, ni tampoco el aborto. Habrá que facilitar la creación de instituciones especiales para el aborto, entrenar al respecto a parteras o enfermeras. La población acudirá con más frecuencia a los servicios de abortos si éstos se hacen con cuidado. Los médicos deben participar sin que esto atente contra su honor. La propaganda debe recomendar igualmente la esterilización voluntaria”
1 comentario:
Pero si esto es lo que venimos leyendo en la prensa, escuchando de los intelectuales y de los políticos, las leyes que venimos acatando desde la ONU y desde el B.O.E.... ¿¿¿¿¿¿Pero no eran los nazis los que habían perdido la guerra???? Si los nazis eran feminazis, estos que estamos viviendo que es, feminazismo extremo?
Definitivamente: somos tontos.
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