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sábado, 28 de agosto de 2010

LOS PRIVILEGIOS DE LOS HOMBRES




A 35º de temperatura constante, humedad ambiental del 90%. En condiciones de claustrofobia,  enterrados cientos de metros bajo tierra, sin ver la luz del sol. Así pasarán los próximos 6 meses 33 hombres...

El sistema patriarcal se encargó de que los trabajos más inhumanos se reservaran tradicionalmente a los hombres. Braceros, galeotes, carne de cañón, eunucos, mecánicos o mineros son algunos de los trabajos exclusivamente masculinos que las mujeres podrían desarrollar tal como desarrollan muchos otros, pero de los que son injustamente excluidas por el paternalismo patriarcal

Según dicen los feministas, el patriarcado es un malvado sistema de explotación creado con el exclusivo propósito de institucionalizar un invisible "techo de cristal" para el desarrollo del ilimitado potencial de "la mujer". Pese al victimísmo habitual de los feministas, los privilegios masculinos son en realidad un suelo de mierda y barro para los hombres al servicio de las mujeres que las mujeres no tienen por que experimentar.

Crecí en el sur de Tejas en los Estados Unidos en áreas biculturales que eran anglo e hispano parlantes. A pesar de ciertas diferencias, y algunos testarudos, ahí gozamos de una cultura mayormente integrada.

Noto que las feministas americanas robaron la palabra machismo del idioma español y la usaron para en la forma de “Macho” para describir lo peor de los hombres. Era una connotación racista que les resultaba útil enfrentarse vejatoriamente a una cultura a la que no entendían ni les interesaba entender y desafortunadamente todavía se usa el día de hoy para someter por la vergüenza a los hombres por ser deficientes y criminales.

Déjenme decirles que he visto que es lo que esas mujeres llaman “Machistas” de entre los hombres de la cultura hispánica. En el sur de Tejas y a través de las regiones frutícolas de América encontrarás a estos “Machistas” trabajando en las condiciones más deplorables, trabajan como perros bajo el sol, duermen en el piso, son mal pagados y explotados por quienes dirigen las plantaciones.

Y ¿por que hacen esto? La mayoría de ellos lo hacen para poder enviar dinero de vuelta a México y América Central, para sus esposas e hijos. Ellos sacrifican todo para cuidar a sus familias y por esto las feministas los llaman malvados opresores de mujeres y niños.

Y esto es solo un área. Estos hombres están trabajando a través de los Estados Unidos en trabajos que los otros no harán por que pueden hacer cualquier otra cosa para apoyar a la gente que aman.

Por esto son tratados como criminales, por un país que los necesita pero no los quiere y por feministas que quieren que el mundo piense que todos los hombres son monstruos. Es una vergüenza para mí como americano y como hombre.

Paul Elam
Una Voz para los Hombres

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