Páginas

domingo, 13 de junio de 2010

Sólo una revolución basada en la liberación de los instintos, del amor libre, sin posesividad ni prejuicios burgueses y cristianos, será realmente revolucionaria. Debe ser la felicidad, a fin de cuentas, el epicentro del “mundo nuevo”, aunque ello implique la destecnologización, desmasificación, desurbanización y deconstrucción postmoderna del Homo Economicus.

Herbet Marcuse

No hay comentarios:

Publicar un comentario