“NEW AGE” ¿UN INICIO O UN FINAL?
Ahora bien, si la Nueva Era es la era de Acuario, éste signo no
tiene nada de femenino; es masculino, fijo y aéreo según la tradición
astrológica. Para colmo, su complementario es Leo, signo masculino,
viril y solar por excelencia. Así que, desde el punto de vista de la
ortodoxia astrológica, la “Era de Acuario” no tiene nada que ver con el
telurismo, los cultos a la luna, la presencia femenina, hipótesis Gaia,
etc. A menos, naturalmente, que la Nueva Era de la que hablan los
“newagers” y “acuarianos”, no sea la “Era de Acuario” sino un apéndice
terminal de la Era de Piscis, la “última semana” del “gran mes” de
Piscis en el cual sus valores (signo femenino y de agua y cuyo opuesto
es Virgo, signo femenino por excelencia) se encuentran sumamente
atenuados (mostrando su rostro más negativo).
Buena parte de las “prácticas” de la “New Age”
tienen algo de paródico, desde la “terapia de la risa” hasta las
distintas formas de chamanismo. La espiritualidad de la Nueva Era puede
calificarse de “soft” (blanda) pretendendo obtener resultados que
escuelas sapienciales de todos los tiempos han alcanzado solo siguiendo
una senda espiritual está hecha con esfuerzo, entrega, constancia y
rigor. La “New Age” es la era de los vendedores de aparatos de
Biofeedback, burbujas de aislamiento sensorial, cachivaches que ofrecen
la felicidad espiritual y el éxito sin otro sacrificio que el de la
cuenta corriente y las meditaciones de luna llena. Un poeta sufí decía que
quien promete la felicidad sin hablar del rigor, ese es un falso
profeta. La “New Age” ha provocado una inflación de falsos profetas.
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