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lunes, 28 de junio de 2010

SOCIEDAD MALOGRADA GRACIAS AL FEMINISMO

Según dicen los expertos, una sociedad malograda es aquella que pone serios obstáculos a que se realice la fecundidad que desean las mujeres en edad de procrear. Eso dicen los expertos. Yo añado que es también la que pone serios obstáculos a que se realice la fecundidad que desean los hombres en edad de procrear y la que hace posible la privación del disfrute de la paternidad como consecuencia de las nuevas leyes anti-hombre, empezando por el no reconocimiento del SAP y de la custodia compartida. Esto lo añadimos nosotros si el feminismo nos lo permite, ya que como ha hecho patente la frase del experto, nosotros los hombres para esta ideología no pintamos nada.Porque según dicen los expertos los hijos que se tienen constituyen una síntesis de la felicidad individual y social. De modo que la fecundidad frustrada, bien sea por defecto o por privación, mide cuán castrante es la organización de la vida social. Cuanto mayor sea la diferencia entre la fecundidad real (1,4) e ideal (2,2), menos se puede sostener que un país, es decir, sus habitantes, va bien.No hablemos de cuan castratante puede ser y como puede ir de bien un país en que una cuarta parte de los padres son sistematicamente excluidos de la vida de sus hijos y viceversa.
Acaban de aparecer los datos del Movimiento Natural de la Población que elabora el Instituto Nacional de Estadística. La fecundidad se ha mantenido en un estado de desesperanza durante los 14 años de intenso crecimiento económico. La fecundidad coyuntural, entre 1995 y 2008, apenas ha repuntado de 1,2 a 1,4 hijos por mujer y eso gracias al aporte de inmigrantes provinientes de culturas no misándricas como la nuestra. Hace años que disminuyen las nupcias y se pospone el compromiso, de modo que la prole está siendo tardía y, por ende, escasa.
Si nos atenemos a la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas sobre Fecundidad y Valores en el siglo XXI, las razones que aducen las mujeres son la insuficiencia de los ingresos y la dificultad de congeniar el trabajo con la vida familiar[*]. Dos productos del movimiento de liberación de la mujer y sus derivaciones económica que han conseguido que los tiempos en que el sueldo del patriarca daba para mantener a toda la familia hayan pasado a mejor vida y que logicamente desde la nave de la fábrica o el despacho, no se pueda atender a los hijos, ya que al marido ya no se le atiende.

Los logros del feminismo son los logros del capitalismo financiero: control de los trabajadores más conflictivos (los hombres), control del mercado de trabajo (incremento de la oferta, disminución de los sueldos) y control ideológico de la infancia (por medio de la ideología norteamericana: el marxismo cultural).

Feministas, nosotros las grandes fortunas de la sinarquía mundial, desde los altos penthouses de la ciudad de New York, os damos las gracias por ayudarnos a conseguir una sociedad malograda: la vuestra. Bien es sabido que nosotros vivimos en un mundo a parte, riéndonos de vuestra incapacidad de resistiros a nuestros engaños.

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