FEMINISMO: DIVIDE Y VENCERÁS. LA ESTRATEGIA SATÁNICA DE LAS SOFT WARS (Guerras Blandas)

"Por que todo reino dividido contra si mismo, perece..."

Esta es una verdad incuestionable y corroborada por la experiencia desde hace siglos.
Estas palabras fueron dirigidas por Jesús el Cristo a una sociedad que mostraba muy avanzados todos los síntomas de anquilosamiento de la Vida.
"Divide y vencerás" es una de las estrategias de los enemigos de la Luz, del enemigo de la Vida. El hecho de dividir atenta contra la Unidad en todos los aspectos posibles, y uno de los esenciales, que representa el basamento de la sociedad, es el representado por la unidad hombre-mujer.

En el aleya 49 de la azora 51 leemos: "Todo lo que creamos lo hemos creado en pares [de opuestos]", en árabe zawyan, zawyayn, y en el aleya 36:36: "Gloria a El que creó en pares [de opuestos, al-azway], todo lo que es producido por la tierra, los humanos mismos y lo que ellos [aún] ignoran". Comentando el primer aleya citada, el gran exegeta del siglo XIII A.D. Ibn Kacir dice: "Todas las cosas creadas lo han sido en pares (o parejas), el cielo y la tierra, la noche y el día, el sol y la luna, la tierra firme y el mar, la luz y la oscuridad, la fé y la descreencia, la vida y la muerte, la desdicha y la felicidad, el Paraíso y el Infierno, hasta animales y plantas."

Los hijos de la Luz viven la misericordia de la Vida plena, pues ellos no dividen la unidad biológica y natural como hacen los hijos de las tinieblas (creando con su ideología el concepto de género en sus infinitas posibilidades dado que es una creación sicológica, por encima de la unidad hombre-mujer).
Los hijos de las tinieblas viven y seguirán viviendo la crueldad de la muerte. Ellos están ya aplastados por la ira de Dios por que ellos son enemigos de la Vida. El enemigo de la Vida es un enemigo de la Creación y quién es enemigo de la Creación es un enemigo del Orden Divino.

Este desafío al Orden Divino por parte de los hijos de la mentira, es el que enfrenta -con multitud de artimañas- a los hombres contra las mujeres, el que ha dividido y separado a las dos fuerzas que dan expresión a la vida, y de ese modo han generado un estado de muerte, de mentira, y de caos: una inversión de todos los valores. Para obtener ese objetivo satánico, los hijos de las tinieblas deben separar lo natural como principio director del diseño humano de su esencia y conducirlo a una situación hipnótica y artificial donde la tecnología y la modernidad. -sobre todo la primera- es utilizada por los hijos de las tinieblas para alterar todo el orden divino.

Y este "reino dividido contra si mismo" es la función masculina en el hombre, fracturada por las intrigas de los hijos de las tinieblas. El resultado inmediato de esto es la proliferación indiscriminada del poder femenino y la invasión, por no decir la contaminación, de las competencias que por derecho divino y creacional pertenecen al hombre. Hay que tener bien claro que ésto no es una lucha de sexos, tal como algunos quieren hacer entender para desviar el tema, si no que los hijos de las tinieblas son enemigos de la humanidad, de hombres y mujeres por que son enemigos de laVida y por que son los representantes de Satanas en la tierra, y Satanás es el enemigo principal de la Humanidad.

Cada planeta gravita en una órbita. La órbita del hombre es la del hombre y la de la mujer es la de la mujer. Son dos energías cósmicas independientes y complementarias. ¿Que ocurriría si Marte invadiera la órbita de la Tierra o Vénus la de Marte? Pues este es el estado actuál de caos en la humanidad por la mezcla y usurpación de los patrones naturales que el Creador ha asignado a cada sexo. Mientras no vuelva todo a su órden jamás la humanidad podrá alcanzar la paz, por que ésta sólo puede ser lograda por el retorno a la propia naturaleza, y el primer paso es la restauración del Khalifato, es decir: la recuperación por parte del hombre de la masculinidad noble y responsable de su familia, de su mujer y de sus hijos. Si el hombre logra retornar a su "fitra" o condición natural, la mujer volverá espontaneamente a su condición luminosa.