"EL FEMINISMO DESVELADO" AHORA HAY QUE OTORGAR A LOS HOMBRES LOS MISMO DERECHOS QUE HEMOS GARANTIZADO A LAS MUJERES EN LOS LUGARES DE TRABAJO. PETICION, POR SUPUESTO DESATENDIDA, DE LOS HOMBRES DEL SIGLO XX Y XXI.
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martes, 26 de abril de 2011
miércoles, 20 de abril de 2011
EL FEMINISMO NO ES INDEPENDIENTE
Ningún feminismo nace sin el amparo de una teoría política que lo inspira ni se define sin su corriente originaria.
Cada feminismo o bien está vinculado a una corriente política de derecha o izquierdas, o bien está sumido en una deriva ideológica indefinida como degeneración de una corriente definida. Pese a las percepciones erróneas de los feminismos como planteamientos independientes (similares, por otra parte, a las que se tiene comúnmente de mitos como el ecologismo, la naturaleza o la cultura), cada feminismo comparte el destino de la corriente que lo inspiró.
martes, 19 de abril de 2011
Mª PRADO ESTEBAN, LA FEMINISTA MAS INTELIGENTE, HOSTIGADA POR EL FEMINISMO MAYORITARIO
Entrevista: Prado Esteban
Anarquista y madre de familia numerosa, se considera víctima de acoso y hostigamiento por parte del feminismo mayoritario. Sus opiniones dan mucho que pensar
Frank G. Rubio: ¿Cómo te definirías personalmente?
Prado Esteban: Soy una persona común, miembro de la CNT, sin currículo académico ni título universitario alguno. Me he sentido comprometida siempre con los ideales de una sociedad en que la libertad consciente y equitativa sea la mayor aspiración de los sujetos. Mi feminidad ha sido marcada por mi pertenencia a una familia tradicional y rural donde las mujeres representaban una fuerza, energía y sabiduría muy valoradas y respetadas. Mi condición de madre de familia numerosa, un bagaje experiencial situado en las antípodas del imaginario feminista, me ha convertido en víctima de acoso y hostigamiento por parte de estos sectores.
F. G. R.: En diversos ambientes, y con justificación a mi modesto juicio, comienza a hablarse de “feminazismo”…
P. E.: El Manifiesto SCUM (siglas en inglés de la Sociedad para el Exterminio del Hombre) es un ejemplo de feminismo fascista e ideología exterminacionista. Sus seguidoras y seguidores han aumentado al calor de la propaganda sobre la violencia de género. Son los herederos del feminismo de la Sección Femenina y del nacional-catolicismo franquista. Pero no todo el feminismo es fascista, hay una gran multiplicidad y riqueza de tendencias, lo que hace que esta ideología tenga una eficacia social aterradora, una gran capacidad destructiva de estructuras sociales y de los propios sujetos. Su variedad implica también que existan tendencias parcialmente apoyables.
FGR: Tú que eres, además de una mujer comprometida política y socialmente, madre de familia numerosa, ¿cómo ves tanto la génesis como el impacto en nuestra sociedad de la Ley de Violencia de Género?
P.E: La ley parte del principio de que la violencia sobre la mujer es estructural, producto “de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres”. Eso significa que todos los varones, por el hecho de serlo, son potencialmente maltratadores. Esa afirmación no demostrada, justifica la injusticia de que los dos sexos no respondan de sus acciones de la misma manera, lo que es un agravio tanto para los hombres, que son castigados de forma mucho más severa, como para las mujeres, que somos despojadas de nuestra naturaleza humana más esencial, la responsabilidad sobre nuestros actos, y tornadas en infantiles e inmaduras y, por ello, necesitadas de la “especial protección” de las instituciones.
FGR: ¿Qué te sugiere el nombre de Simone de Beauvoir, para muchos la decana del feminismo contemporáneo avant la lettre?
P.E: Beauvoir es el paradigma del feminismo como ideología misógina, que considera a la mujer un ser inferior biológica y esencialmente y deplora la feminidad en todas sus facetas, pero especialmente en la maternal. Sus ideas han servido para enviar a millones de mujeres a las ergástulas del trabajo asalariado. Su pensamiento fue muy apreciado por la Sección Femenina, y loado por personajes tan importantes como la Condesa de Campo Alange, autora de “La Secreta Guerra de los Sexos” publicado en España en 1947, dos años antes que “El Segundo Sexo” de Beauvoir, y cuyo contenido es muy similar; o Mercedes Fórmica, una figura sobresaliente del falangismo desde sus orígenes.
FGR: España participa en la guerra de Libia y en el avasallamiento genocida de Afganistán. Así como en numerosos episodios de pacificación seudohumanitaria a lo largo y ancho del planeta. ¿Qué conexión ves entre el nuevo feminismo, auspiciado por el PSOE y lo que ha dado en llamarse a sí misma “izquierda”, influenciados por las corrientes norteamericanas académicas más sectarias, y la militarización progresiva de nuestra sociedad?
P.E: La deriva militarista del feminismo moderno es un hecho. No es casual que el mayor desarrollo de la actividad del ejército español en el exterior (aumento de las tropas destacadas, crecimiento de las exportaciones de armas etc.) se haya hecho durante el mandato ministerial de la feminista Carme Chacón. La incorporación de la mujer al ejército profesional ha sido el factor más importante para romper el antimilitarismo tradicional de la sociedad española: ésa es la obra del feminismo androfóbico.
FGR: Pasar del patriarcado al matriarcado, permaneciendo todo lo demás igual o peor, da poco juego a quienes creemos en la posibilidad de una sociedad más libre y mejor ¿no?
P.E: Toda sociedad basada en los privilegios es una sociedad indeseable, pero no creo que vayamos a un matriarcado. Las ventajas que se dan a la mujer van unidas a una especial opresión, una brutal limitación de nuestras libertades más básicas. Estamos sometidas a un implacable adoctrinamiento que niega nuestra condición humana como seres con libertad de conciencia, se nos impide la maternidad, se nos considera irresponsables… En la cima del pensamiento feminista oficial está un hombre, Miguel Lorente, del PSOE, que dicta la ortodoxia en estas cuestiones. De manera que más que de matriarcado hay que hablar de neopatriarcado.
FGR: ¿En qué estás trabajando ahora?
P.E: En este momento estoy trabajando en un libro, “Feminismo y feminicidio”, en el que me propongo una reflexión profunda sobre el impacto del feminismo sobre las mujeres (y sobre los hombres). Es un error creer que el feminismo representa a la mujer, que es un movimiento de mujeres. No sólo no es así, sino que somos millones las que hemos sido sus víctimas.
Prado Esteban: Soy una persona común, miembro de la CNT, sin currículo académico ni título universitario alguno. Me he sentido comprometida siempre con los ideales de una sociedad en que la libertad consciente y equitativa sea la mayor aspiración de los sujetos. Mi feminidad ha sido marcada por mi pertenencia a una familia tradicional y rural donde las mujeres representaban una fuerza, energía y sabiduría muy valoradas y respetadas. Mi condición de madre de familia numerosa, un bagaje experiencial situado en las antípodas del imaginario feminista, me ha convertido en víctima de acoso y hostigamiento por parte de estos sectores.
F. G. R.: En diversos ambientes, y con justificación a mi modesto juicio, comienza a hablarse de “feminazismo”…
P. E.: El Manifiesto SCUM (siglas en inglés de la Sociedad para el Exterminio del Hombre) es un ejemplo de feminismo fascista e ideología exterminacionista. Sus seguidoras y seguidores han aumentado al calor de la propaganda sobre la violencia de género. Son los herederos del feminismo de la Sección Femenina y del nacional-catolicismo franquista. Pero no todo el feminismo es fascista, hay una gran multiplicidad y riqueza de tendencias, lo que hace que esta ideología tenga una eficacia social aterradora, una gran capacidad destructiva de estructuras sociales y de los propios sujetos. Su variedad implica también que existan tendencias parcialmente apoyables.
FGR: Tú que eres, además de una mujer comprometida política y socialmente, madre de familia numerosa, ¿cómo ves tanto la génesis como el impacto en nuestra sociedad de la Ley de Violencia de Género?
P.E: La ley parte del principio de que la violencia sobre la mujer es estructural, producto “de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres”. Eso significa que todos los varones, por el hecho de serlo, son potencialmente maltratadores. Esa afirmación no demostrada, justifica la injusticia de que los dos sexos no respondan de sus acciones de la misma manera, lo que es un agravio tanto para los hombres, que son castigados de forma mucho más severa, como para las mujeres, que somos despojadas de nuestra naturaleza humana más esencial, la responsabilidad sobre nuestros actos, y tornadas en infantiles e inmaduras y, por ello, necesitadas de la “especial protección” de las instituciones.
FGR: ¿Qué te sugiere el nombre de Simone de Beauvoir, para muchos la decana del feminismo contemporáneo avant la lettre?
P.E: Beauvoir es el paradigma del feminismo como ideología misógina, que considera a la mujer un ser inferior biológica y esencialmente y deplora la feminidad en todas sus facetas, pero especialmente en la maternal. Sus ideas han servido para enviar a millones de mujeres a las ergástulas del trabajo asalariado. Su pensamiento fue muy apreciado por la Sección Femenina, y loado por personajes tan importantes como la Condesa de Campo Alange, autora de “La Secreta Guerra de los Sexos” publicado en España en 1947, dos años antes que “El Segundo Sexo” de Beauvoir, y cuyo contenido es muy similar; o Mercedes Fórmica, una figura sobresaliente del falangismo desde sus orígenes.
FGR: España participa en la guerra de Libia y en el avasallamiento genocida de Afganistán. Así como en numerosos episodios de pacificación seudohumanitaria a lo largo y ancho del planeta. ¿Qué conexión ves entre el nuevo feminismo, auspiciado por el PSOE y lo que ha dado en llamarse a sí misma “izquierda”, influenciados por las corrientes norteamericanas académicas más sectarias, y la militarización progresiva de nuestra sociedad?
P.E: La deriva militarista del feminismo moderno es un hecho. No es casual que el mayor desarrollo de la actividad del ejército español en el exterior (aumento de las tropas destacadas, crecimiento de las exportaciones de armas etc.) se haya hecho durante el mandato ministerial de la feminista Carme Chacón. La incorporación de la mujer al ejército profesional ha sido el factor más importante para romper el antimilitarismo tradicional de la sociedad española: ésa es la obra del feminismo androfóbico.
FGR: Pasar del patriarcado al matriarcado, permaneciendo todo lo demás igual o peor, da poco juego a quienes creemos en la posibilidad de una sociedad más libre y mejor ¿no?
P.E: Toda sociedad basada en los privilegios es una sociedad indeseable, pero no creo que vayamos a un matriarcado. Las ventajas que se dan a la mujer van unidas a una especial opresión, una brutal limitación de nuestras libertades más básicas. Estamos sometidas a un implacable adoctrinamiento que niega nuestra condición humana como seres con libertad de conciencia, se nos impide la maternidad, se nos considera irresponsables… En la cima del pensamiento feminista oficial está un hombre, Miguel Lorente, del PSOE, que dicta la ortodoxia en estas cuestiones. De manera que más que de matriarcado hay que hablar de neopatriarcado.
FGR: ¿En qué estás trabajando ahora?
P.E: En este momento estoy trabajando en un libro, “Feminismo y feminicidio”, en el que me propongo una reflexión profunda sobre el impacto del feminismo sobre las mujeres (y sobre los hombres). Es un error creer que el feminismo representa a la mujer, que es un movimiento de mujeres. No sólo no es así, sino que somos millones las que hemos sido sus víctimas.
jueves, 14 de abril de 2011
LA ALIENACION PARENTAL ES MALTRATO PSIQUICO INFANTIL
El juez Michael Guadagno de la Corte Superior de Nueva Jersey (USA) habla claro: La alienación parental es abuso emocional, maltrato psíquico infantil.
El Juez Guadagno es claro al respecto. Falló la semana pasada en el caso de Sean Goldman, el juez califica el comportamiento del padrastro de Sean y su familia de “despreciable” por llenar la cabeza del niño con información falsa y destinada a socavar su amor por su padre.
Refiriéndose a los “esfuerzos continuos en la alienación parental” iniciada por la madre del niño y continuado por su padrastro y sus abuelos maternos, y su “intento de implantar falsos recuerdos y borrar recuerdos verdaderos de Sean de su padre”, escribió el juez: “Es difícil concebir un ejemplo más dramático de abuso emocional de un niño pequeño”
La madre biológica se llevó al menor a su país cuando éste contaba con 10 años y murió hace un año. La alienación parental fue continuada por el padrasto y sus abuelos maternos en contra del padre y de la familia paterna del menor. Un caso clásico de maldad, mezquindad y abuso emocional grave habitual en el SAP. Todos los que niegan y justifican la atrocidad de este tipo de conductas deberían de ser juzgados por crímenes contra la humanidad.
La madre biológica se llevó al menor a su país cuando éste contaba con 10 años y murió hace un año. La alienación parental fue continuada por el padrasto y sus abuelos maternos en contra del padre y de la familia paterna del menor. Un caso clásico de maldad, mezquindad y abuso emocional grave habitual en el SAP. Todos los que niegan y justifican la atrocidad de este tipo de conductas deberían de ser juzgados por crímenes contra la humanidad.
martes, 12 de abril de 2011
FEMINISMO Y LESBIANISMO: MISMOS OBJETIVOS
Homicidio, castración, control, empoderamiento, exclusión... ¿Cual es la diferencia entre los deseos del lesbianismo y el feminismo hacia los hombres? Terroristas lesbianas homicidas. Obseven el gesto de odio y locura de la heroina del comic lesbo-feminista norteamericano "Hothead Poison". Toda una confesión de radicalismo e insanidad.
miércoles, 6 de abril de 2011
LIDIA FALCON EJEMPLO DE FEMINOFASCISTA ESPAÑOLA, PIERDE LA RAZÓN
En una entrevista alucinante publicada este fin de semana en un magazine nacional aparece con declaraciones demenciales y posiblemente antidemocráticas. Fundadora del partido feminista español, lidera un grupo sin actividad ni presencia alguna en la vida pública española.
“Tengo una gran desconfianza hacia los hombres” dice al comienzo de la misma. Pero desconfía de los hombres porque los detesta. Arremete contra ellos porque los considera enemigos de la mujer, una generalización tendenciosa imperdonable. También carga contra las otras feministas que no piensan como ella a las que, traicioneramente, llama traidoras.
“No tengo confianza en el género humano”, “deberían prohibir que la mujer se casara antes de los 40 años y ¡aún es pronto!”, o “la única mujer inocente para un juzgado es la mujer muerta” son algunas de las ‘perlas’ que escupe a la periodista que la entrevista. Lamentable representante de un movimiento con el que ningún ciudadano puede identificarse, por ser equivalente al peor estilo ideológico sexista que ella misma dice combatir. Una ironía más de su discurso acartonado y recalcitrante.
“Los juzgados son una de las instituciones más represivas contra la mujer” afirma impunemente poniéndose en contra de un sistema judicial que, curiosamente, actúa anticonstitucionalmente a favor de las mujeres, discriminando por razón de sexo, a través de la injusta ley de violencia de género que se carga la presunción de inocencia de muchos hombres en este país.
¿Qué más quiere Lidia Falcón? Os lo diré: El supremo poder, el dominio absoluto, exactamente lo mismo que tanto critica que supuestamente poseen en los hombres. Si ellos lo tienen yo también lo quiero. No busca la igualdad real sino la hegemonía hembrista en competición abierta al hombre en todas sus formas.
Dice también que “el mal libro no hay que guardarlo ni regalarlo, simplemente hay que tirarlo”, otra afirmación fascista tan cercana al Tercer Reich como al comunismo del cual proviene. Que ella piense que son malos libros no quiere decir que los demás opinen lo mismo ni le da derecho a destruirlos evitando que otros puedan leerlos y opinar diferente.
Vuelve a generalizar al acusar a su padre de ser un gran ausente de su vida y de todas las mujeres de la humanidad, motivo por el cual se cree en su justo derecho a seguir combatiendo la participación del padre en la crianza y educación de su prole, oponiéndose por ejemplo a la ley de custodia compartida, incapaz de comprender que los hombres han cambiado y están cada vez más comprometidos con sus hijos.
Lidia Falcón ha perdido el tren y la razón. Anarquista fascista sin causa, no la siguen ni las propias mujeres que se dan cuenta de que su discurso radical y trasnochado las lleva a una lucha que no quieren de ninguna manera, y su lucha es estéril porque la ideología de género es inconsistente e incoherente.
Haría bien en retirarse de una vez por todas.